El concierto de Leon Russell pintaba muy bien,
lamentablemente no fue así según mi humilde opinión. Una opinión que compartí
con el amigo Joserra que al día siguiente en Bilbao vería la segunda actuación
de Leon en tierras Españolas y que reafirmo lo que voy a decir.
Lo primero que me dejo flipado es la exactitud con la que
toco en una sala (teatro) con fama de nunca estar a la hora, y de ver una larga
cola aun en la calle mientras Leon ya iniciaba su show. Llegue con retraso a mi
asiento en primera fila frente a él, aquel asiento no me correspondía pero eso
es una larga historia que ahora no viene al cuento. Le vía las pupilas de los
ojos de lo cerca que me encontraba de aquella leyenda, una leyenda que no supo
poner en valor sus maravillosos temas y su “Savoir Faire”.
Muchos de los
asistentes no opinaran igual de mi punto
de vista, y son los típicos fans cegados que aplauden cualquier pestañear de su
ídolo, León hubiese salido con una zambomba y hubieran pensado igual. Russel
sabe eso y cuenta con ese factor, porque
no se comprende como un hombre con el historial que lleva a su espalda sale
acompañado de una banda tan mediocre, unos tipos que se puede encontrar en
cualquier bar de carretera de Nuevo México, sin pasión, sin carisma, nada!
Y se comprende aún menos de parte de un
hombre que ha tenido a su vera a ilustres como George Harrison, Clapton, etc...
Luego el asunto de los
cuatro monitores que no dejo indiferente a nadie, aquello le quita morbo al asunto, de acuerdo que sea para recordar las letras,
pero cuatro! Estaría viendo el partido básquet, su página porno favorita...Para
más inri el teclado en plan Kamela para acompañarse daba pena, si hubiese
decidido venir el solo y se le hubiera alquilado un piano de cola, aquello
hubiera sido la re hostia y el público saldría con una erección del gusto en
vez de mojar las braguitas como una fan histérica
Se escuchaban comentarios más bien de decepción en una gran
parte de mi sector, “me ha sonado a feria”, No sabía cuándo terminaba una tema
y empezaba a otro”, etc...
Luego lo de desgranar su repertorio a toda pastilla no te
dejaba tiempo para paladear, saborear
cada tema, claro que hubo algunos grandes momentos, como el medley “Jumpin'
Jack Flash/Papa was a Rolling Stones/Paint it Black/Kansas City”, “Singing This
Song for You” y poco más, sobretodo lo mejor fue cuando se quedó el solo frente
al dichoso “teclado” .
Era tan fácil hacer que aquello fuese apoteósico y no lo fue. Russell ya
esta mayor, pero no tanto y salió con el
piloto automático y a cumplir con su contrato, no creía en lo que estaba
haciendo. Tiene algo maravilloso y supo o no quiso venderlo como se debe.
¿Que estuvo bien? Sí, pero sin más, fue otro bolo para la
larga lista. Otras viejas glorias saben mejor pasear su condición de icono de
la música; Fogerty, Winwood, Randy Newman, Neil Young, y hasta su antiguo compinche
Joe Cocker.
Unos días antes Graham Parker supo con menos darnos más, es
decir: toco en una sala cutre, la sala Arena, en un formato tan poco excitante
como el acústico, que no lo fue al final, ya que Brinsley Schwarz demostró lo
buen y fino guitarrista que fue y sigue siendo .Graham estuvo simpático sin
caer en lo pesado, disfrutaba de estar frente al público Español. Se buscó un
repertorio que mezclaba éxitos y temas menos trillados, todos ellos
interpretados con intensidad y pasión, enamorado de su propio repertorio y
aquello se palpaba en el ambiente.
Me sono a gloria su nuevo tema “Stop Crying
about The Rain”, la maravilloso interpretación de “Can't Take Loves for
Granted” y esa gema que es su versión de “Hold Back The Night” de The Trampps. Estos
son solo algunas de las pinceladas de un concierto bien echo que acabo haciéndose
muy corto. Evidentemente se echó en falta muchos temas pero Graham Parker ofreció
un concierto de lujo y eso es lo que le falto al bueno de Leon Russell.