El segundo día del Azkena empezó con una llamada de Paulamule advirtiéndome de la presencia de Slah en el Hotel. Sin perder tiempo me dirigí hacia allí, donde me encontré con un Slash desayunado copiosamente y poco comunicativo, a pesar de su negativa a fotografiarse en un principio, con un poco de encanto y amabilidad accedió unos minutos mas tarde.
Tras aquel momento “Freak” nos dirigimos a la plaza de la virgen blanca, y bajo un calor malsano, estuve viendo el bolo de la guapa Imelda May, se noto que no forzaba su voz para reservársela para su actuación prevista para mas tarde. Un bolo mas que correcto pero que me aburrió un poco.
Llegue al recito del Azkena con unos ’77 sonado a todo trapo, me dirigí para ver a los Hot Dogs! Primero porque Iturbe y dos antiguos componentes son viejos colegas de correrías, y segundo por que son una banda con una actitud y un repertorio que mas de uno le gustaría tener en este país. Su rock Stoniano ha madurado muchísimo y si ya tenían tablas anteriormente, ahora ya son unos profesionales como la copa de un pino.
Conseguí ver a Dan Baird y los suyos, desde primera fila. Que decir que no se haya dicho anteriormente, esta banda tenia que haber actuado mucho mas tarde y con mucho más tiempo. Que derroche de rock’n’roll, cayeron las mas pegadizas y cuando uno empezaba a estar en trance, se había acabado. Uno de los bolos del festival sin lugar a dudas.
Aquejado de una extraña fatiga, deje la primera fila para descansar un poco y ver la propuesta del Vez desde el cesped. Un show alocad@ y con muchas tablas, divertido y ameno.
Imelda otra vez y con un show casi calcado al de la mañana, seguía estado bastante cansado y Imelda no lo remedio. Siempre calidad pero se me hizo un poco tedioso.
Me fui a ver a Teddy Thompson desde la barrera y cual fue mi sorpresa que al final otra vez había venido sin banda! Teddy demostró ser un compositor excepcional y ser el digno hijo de esa casta musical que es su familia. Fue un pequeño oasis de paz antes de la locura que se avecinaba! Su show se baso en sus tres discos y convenció a los que se acercaron hasta la carpa. Con banda este chico triunfa de una vez por todas en estas tierras.
The Saints cumplieron su objetivo, distraer antes de que los dos grupos que todos esperaban apareciesen. Gracias a que poca gente les hacia caso conseguí tomar una buenísima posición para el resto de la noche.
Ver a Slash me hizo recordar viejos tiempos pasados y me lo pase bomba correando “Nigh Train”, “Sweet Child Of Mine”, etc… Estuvo muy bien y no paro quieto en escenario , demostrando que es un hacha con su Gibson. El cantante, ni fu ,ni fa. Myles cumple su cometido y intenta hacerlo lo mejor posible y se acabo lo que se daba. Los temas de Slash frente al repertorio de los Guns palidecen de lo lindo y por ello estuvieron muy bien distribuidos entre los de la nueva cosecha.
Y llegaron desde su nave espacial estos héroes salidos de cualquier comic americano para adolescentes. Por que es lo que son los Kiss, una perfecta maquina engrasada de diversión a tope. No soy fan, tengo algunos vinilos, que rara vez escucho. Los había visto hacia años con la formación original y aquella noche por diversos problemas no pude disfrutar plenamente de aquel show. Me pareció un concierto muy completo y magníficamente interpretado. Hasta conseguí una púa de Tommy Thayer.
Tras ello volví a sentirme muy cansado y no me quede a ver a los Imperial State Electric, a los que tenía muchas ganas de ver.
Una gran noche mas visual que la primera, pero de menor calidad musical en mi humilde opinión.