Pido disculpas a todos los que comentan en mi tardanza en
poner lo comentarios a la luz, es que últimamente el blog está en un segundo
plano. Me he unido al equipo de Rock, The Best Music donde paso más tiempo que aquí.
En Tsi-Na-Pah reutilizo mis post para mis fieles lectores.
A Steven Wilson le debemos ante todo haber insuflado una
inmensa bocanada de aire fresco a un estilo que nunca ha gozado del amor de
muchos críticos y público. El progresivo siempre ha sido tachado como un
apartado para virtuosos, de temática absurdas y/o de discos complejos y
tediosos. Justamente con su nuevo trabajo titulado “Hand. Cannot. Earase”, Steven
Wilson utiliza tres palabras para
titular su nuevo trabajo, el cuarto en solitario para ser exactos.
¿Qué decir de este hombre sin caer en los tópicos? Steven ha
sido tocado por la mano de Dios y su vuelo se dirige sin pausa más allá del
firmamento. Es complicado no repetirse cuando uno ha adquirido un sonido
propio, un sello inconfundible, ambas cosas están aquí evidentemente, el disco
suena a Wilson en cada surco y es prácticamente imposible no reconocer su
manera en enfocar las composiciones. Asimismo sigue apareciendo de manera más
difuminada sus influencias, pero ahora de una manera menos evidente. La sombra
de Pink Floyd sigue planeando sobre todo lo que hace Wilson, pero simplemente
fragua pinceladas, no apuntala la percepción.
Con este nuevo trabajo Wilson vuelve a ofrecernos un disco
simplemente magnifico y con el grandísimo mérito de no repetir la fórmula,
aunque todo suene como si lo hubiésemos oído de ante mano. Y esto es porque la
música de Wilson se queda grabada en lo más profundo de nuestro inconsciente y
cuando volvemos escuchar algo de su manufactura, nuestras neuronas se
despiertan y se unen en una perfecta simbiosis.
Wilson es un verdadero brujo, un arqueólogo de los sonidos y
un explorador musical, este hombre vive por y para la música.
“Hand. Cannot. Earase” se grabó en Londres en septiembre
2014 con los mismos miembros que
estuvieron en su anterior trabajo; “The Raven That Refused to sing (And Another
Stories), todos salvo Theo Travis que solo aparece en el corte nueve,
“Ancestral”.
Y justamente es la “perdida” de este eslabón tan presente en
el anterior disco lo que confiere al disco una atmosfera diferente a su
anterior trabajo aunque sin perder su propia identidad.
Los influjos Jazz han desaparecidos para dar más protagonismo
a elementos electrónicos y a aires más pop. Pero el aura de inquietud,
melancolía y pesadumbre no abandona las composiciones en ningún momento, y
evidentemente esto es parte del sello Made In Steven Wilson.
He leído por algún sitio que el disco está muy influenciado
por The Dreaming de Kate Bush, y es cierto. Como gran amante de la música de
Kate Bush puedo afirmar que Steven no solo ha escuchado reiterativamente a “The
Dreaming”, lo ha hecho con todo su obra. La inclusión de Ninet Tayeb en las
voces también contribuye a que suene muy Bush el disco. Ninet es una cantante
Israelita de pop rock, y por lo que se ve Wilson tiene muchos amigo en el país
Hebreo, no tenemos que olvidar su otro proyecto paralelo junto a Aviv Geffen
llamado Blackfield. También el disco acoge otros ilustres invitados como Chad
Wackerman quien fue batería de Zappa durante una época, a Katherine Jenkins una
mezzo soprano especializada en cantar en eventos públicos y oficiales. Y sobre
todo la aportación de David Gregory en las guitarras en dos temas, guitarrista
Inglés de la mítica banda de los ochenta XTC.
La majestuosidad donde se mueve Wilson es tal, que sus
laberintos sonoros se retuercen en nuestras mentes de tal manera que nuestra
glándula pituitari produce tal cantidad de endorfina, que tras ña escucha de su
disco, experimentamos una sensación de
bienestar semejante a un orgasmo. Un Climax musical que afecta a directamente a
nuestro humor y estado mental, “Hand .Cannot. Erase” se debe escuchar sin
pausa, sin interrupciones para que nuestra conciencia se sumerja en su
profundidad, en su sinuosidad perfecta.
En definitiva “Hand. Cannot. Erase”, es un concept álbum, ya
que el propio Wilson ha declarado que el disco gira alrededor de la historia de
Joyce Carol Vicente, una joven mujer que murió de causas desconocidas alrededor
de diciembre de 2003. La historia de esta joven fue llevada al cine en la
película “Dreams of Life” y fue justamente tras visionar esta película cuando
Wilson encontró la inspiración para su nuevo trabajo. Aquella mujer murió sola
en su apartamento sin que nadie la echase en falta tras tres años en el que
descubrieron su cuerpo completamente descompuesto. Nadie la echo de menos, ni
familia, ni amigos. Así de mísera es la vida, Steven Wilson le ha querido poner
banda sonora de alguna manera.
2 comentarios:
Como orgulloso seguidor del prog tengo, lamentablemente, a Mr. Wilson como asignatura pendiente. Pondré fin a esta laguna en cuanto pueda. Este texto es, desde luego, de los que convence.
Saludos,
JdG
Por ahora llevo escuchados todos sus discos menos éste. Por lo que he podido escuchar (temas sueltos) me atrae menos que su anterior trabajo, The Raven...
Efectivamente, cada álbum es muy diferente de su anterior y creo que tengo que ponerme a escuchar esta obra en calma.
De todos modos el listón de sus tres obras anteriores es muy alto y, por lo poco que llevo escuchado, no supera el nivel. Pero con que lo iguale ya me basta.
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